Diego Guelar tiene una perspectiva de una amplitud que pocos políticos argentinos tienen, basado en su múltiple experiencia como embajador en Brasil, Estados Unidos, la Unión Europea y China. De allí que su conferencia con Mendoza realizada este martes dejó numerosas puntas para el análisis y pudo nutrir temas de coyuntura con su propio protagonismo a lo largo de los años: la situación del Mercosur, la política argentina en materia de relaciones internacionales cambiante según quien gobierne y el coronavirus, como tal y como condicionante del ejercicio democrático y de las relaciones futuras entre sociedad y empleo.
Sostuvo que está recibiendo “todo tipo de insultos y amenazas” por haber anticipado en enero que había que tomar medidas para evitar una incidencia mayor de la covid-19 en Argentina. Fue entonces cuando todos recuerdan que su advertencia no fue escuchada y, de hecho, “ninguneada” por el gobierno nacional, en especial por el ministro de Salud, Ginés González García. Sin embargo, Guelar prefirió desdramatizar. Inclusive, respaldó la situación (“creo que Argentina finalmente se enfocó bien en el tema preventivo a nivel sanitario”) y globalizó la ignorancia inicial (“tampoco Donald Trump ni Italia estuvieron a la altura de las circunstancias; occidente sigue pensando que China es un lugar lejano y anticuado, cuando ya no es así”).
El encuentro fue organizado por la Fundación Libertad, la Cátedra Alberdi, los Jóvenes Liberales Demócratas y la Fundación Nuevas Generaciones, y contó con una notoria concurrencia virtual via Zoom, además de numerosas preguntas, bajo la coordinación del diputado provincial Guillermo Mosso.
Sobre los proyectos latentes que podrían unir a Mendoza con China y otros países, una vez que la pandemia disminuya su peso en todo lo que sucede en el mundo, sobre todo con la economía, Guelar recordó que acompañó a misiones mendocinas en ciudades chinas en la búsqueda de oportunidades económicas y aseguró que llevó al actual gobernador Rodolfo Suarez “a reuniones con chinos interesados en invertir más de 6 mil millones de dólares”. Se refirió, puntualmente, a la minería y a Potasio Río Colorado, sobre lo cual estima que habrá nuevas oportunidades.
La minería, dijo, siempre ha sido un déficit argentino. “Con cinco o seis proyectos mineros, no solamente en Mendoza, Argentina superará rápidamente el modelo agroindustrial solitario. hay países como Australia o Chile que han superado los antagonismos entre minería y agua, que hay que resolverlos sin ceder ningún interés ambiental, cosa que hay que resolver”, dijo.
Abundó: “La minería -dijo- es el 50 por ciento de la solución. También está el petróleo, pero por mucho tiempo, está claro que lo de Vaca Muerta quedará bien muerto. No vamos a poder recurrir al shale gas o shale oil. Entonces, no podemos de ninguna forma no desarrollar la minería”.
Las últimas medidas del Gobierno en torno al Mercosur
– ¿La decisión tomada es buena o mala? ¿Se podrá reparar en un futuro?
– Todo daño que no sea la muerte puede ser reparado. Estamos frente a este caso. Tenemos que plantear el ridículo de lo que pasó. Mercosur nació formalmente con el tratado de Asunción de un impulso muy importante de Raúl Alfonsín y José Sarney. Se hablaba de la cooperación nuclear de poner en conjunto los trabajos nucleares de Brasil y de Argentina, lo que significaba una garantía de paz para la región. Éste era un punto de enorme fricción que quedó neutralizado en alguna medida gracias al nacimiento del Mercosur. Éste era el punto focal más grave de la relación entre ambos países. Se habló primero de unión aduanera y luego del mercado común sin ningún tipo de límite. Muchas de esas ambiciones no se cumplieron. No perfeccionamos la unión aduanera. Pasaron muchos años y esto no se concretó. Tampoco hicimos controles únicos de frontera. Tampoco hicimos una agencia sanitaria. Hay una larga lista de cosas que no se hicieron.
– ¿Para qué sirvió entonces?
– Lo más importante que se hizo fue la preservación de la paz en toda la región, que de todos modos no es un tema menor. A partir del año 2000 decidimos como Mercosur salir al mundo a establecer acuerdos de libre comercio con países y regiones. Se hizo con la Unión Europea, con la asociación de libre comercio de países europeos, y otros acuerdos de facilitación de comercio con Israel, con México, con Bolivia, con Chile, y se lanzaron acuerdo con Canadá, Corea del Sur, Líbano y Singapur. Este es un programa que ya tiene 20 años en curso. Todo esto se tomó de manera unánime, en ese momento, dentro del Mercosur.
– ¿Qué piensa de la decisión que tomó la Cancillería?
– En este momento el representante argentino es una persona con muy pocos antecedentes en torno al conocimiento del negocio internacional. El tucumano Jorge Neme más bien llegó al cargo con antecedentes penales… Manifiesta que Argentina no va a participar y ver qué cambios institucionales debe hacer frente al Mercosur. Éste es un nuevo desenganche de la Argentina respecto de su integración en el mundo. Una decisión de no acompañar la política negociadora es abandonar el Mercosur, esto es dolorosamente así.
“Patológico”
El momento más duro de Guelar fue para con la política exterior que empieza a trazarse en estos primeros meses del gobierno de Alberto Fernández y no con el abordaje del coronavirus. “Hay países hermanos de la Argentina real que coinciden con la Argentina en que los acuerdos de libre comercio no corresponden a los intereses de cada país. Esto es patológico. Todos los países del Mercosur, Bolivia y Chile y todos los países de la unión europea e Inglaterra, creen en el libre comercio como camino al cual hay que marchar. China es otro de los países que cree en este tipo de acuerdos. Estados Unidos tiene también una propuesta global en este sentido”.
Se preguntó luego: “¿Quiénes serían entonces los países amigos? El Gobierno no incluye a ninguno de los países nombrados anteriormente. Todos estos países según el delegado del gobierno no serían amigos de la Argentina. Todo esto que se ha dicho ha sido en el contexto de la Argentina haciendo una propuesta de pago de deuda que parece inaceptable para los acreedores. No creemos en el libre comercio, no creemos en nuestros vecinos, y vamos a defaultear de nuevo”.
Guelar señaló que “estamos encerrados en nuestras casas. Aislados del mundo financiero. Aislados de todos nuestros vecinos. Al borde del default. Nos están colocando en una situación de diagnóstico reservado. En términos de nuestra viabilidad país estamos muy complicados en este contexto. Estamos en una situación de fragilidad extrema. Las noticias en este tema serán empeorables en el futuro”, definió.
No hay teoría conspirativa que valga sobre el coronavirus
Como lo contamos al principio, Guelar expresó que “todo Occidente, Europa y América durante enero y febrero tuvo a la vista la construcción de dos hospitales en 10 en China y la campaña de desinfección. No hubo prácticamente reacción de ningún país de Occidente. Todos veían que esto ocurría pero pensaban que era algo exótico y lejano que ocurría en China y que a nosotros no nos iba a ocurrir, sin ningún tipo de fundamento. No hay que tener una teoría conspirativa, hubo una gran negación occidental”.
Dio cuenta de que “a nosotros nos impactó cuando el problema llegó a Italia, por toda esa relación histórica que nos une”.
Allí, señaló que “Argentina actuó bien, lo hizo antes que otros, hicimos una cuarentena que fue eficaz. Fue fácil la cuarentena y como medida defensiva fue correcta, pero es un tiempo, una tregua que debemos utilizar para prepararnos médicamente”.
Sin embargo, puntualizó que “el debate hoy es si se hizo uso correcto del tiempo que nos dio la cuarentena. Pareciera que no. Estamos recién esperando los reactivos. No estamos en condiciones de testear en cantidades necesarias. No tenemos el correcto equipamiento médico. El 14% de los infectados son médicos y paramédicos. Éste es el estado en el que estamos”.
“¡Zamarren a sus diputados para que vayan a sesionar!”
Una de las preguntas que surgió en el diálogo con mendocinos de Diego Guelar giró alrededor del rol que está teniendo la oposición en un contexto de país con el Congreso y la Justicia cerrados. Concretamente, se le consultó su opinión sobre si debe allanarse a las decisiones del Poder Ejecutivo o debe establecer otros canales y alternativas de acción.
Guelar no fue liviano: “Hasta ahora la oposición tiene un rol lamentable”, dijo. “No le puede pedir al Presidente que ordene el rol del Poder Legislativo el Poder Judicial. El rol del Congreso -opinó- depende del que le dé la oposición. Hay una ausencia absoluta a los debates. No hay ningún impedimento para las sesiones presenciales”. Sin embargo, consideró que “el Presidente tiene que convocar a Alfredo Cornejo, Patricia Bullrich, a los presidentes de los partidos opositores a dialogar”.
“¿Qué riesgo corre un legislador con ir a legislar?”
“Es mucho más riesgoso ser médico, enfermero, vendedor de pizza o ferretero que presentarse en su banca a legislar. No se necesita un decreto del Poder Ejecutivo que diga que la actividad judicial y legal sea esencial. Claro que lo es, esto es culpa de la oposición”, dijo Guelar, quien se identificó como un peronista que fue fundador del PRO.
“No hay ningún motivo para que la Corte haya dispuesto una feria judicial. Se deben cumplir los protocolos correctos para que se pueda realizar la tarea judicial en todo el país”, continuó con su crítica, a otro contrapeso del sistema republicano de gobierno. Y llamó a actuar: “La sociedad debe reclamar a sus legisladores que cumplan con su función tanto a los opositores como a los del oficialismo. Se está afectando la credibilidad del sistema político desde los ojos de la ciudadanía. Hay que hacer un fondo del 40% de los ingresos de diputados y senadores por seis meses para afrontar los problemas de la pandemia. La gente los tiene que ir a buscar a la casa y si alguno los cagan a palos y perdonen por la palabra, pero bueno, yo estoy muy indignado con esto”, se explayó.
Cómo debe procederse para salir de la crisis, en la pospandemia
Diego Guelar sostuvo que “Argentina ha cumplido la cuarentena y debería estar en una etapa dinámica, en etapas concertadas entre oficialismo de oposición, con protocolos de funcionamiento, para no caer en un estado de desobediencia civil. Tiene que haber un programa de salida de la cuarentena”.
Propuso que “hasta personas de entre 40 o 45 años todo el mundo tiene que salir a la calle a trabajar porque allí el riesgo de muerte es muy bajo. Puede haber contagio pero sin mayor riesgo. El índice de mortalidad es del 0,1% en ese grupo etáreo”. “Después -agregó- debería venir una fase dos y luego una fase tres porque Argentina no soporta seguir en cuarentena y lo peor que nos puede pasar es la desobediencia civil como salida de la cuarentena”.
Sobre los altibajos de la política internacional
El exembajador que trabajó con tres presidentes distintos, sostuvo que “el área donde el presidente Mauricio Macri tuvo mayor éxito fue en el relacionamiento internacional. Argentina -evaluó Guelar- se vinculó a todo el mundo en condiciones enérgicas positivas. Muy buenas relaciones con sus vecinos más allá de las diferencias ideológicas de cada gobierno”.
Indicó que “se avanzó muchísimo en la relación con China. Lo mismo pasó en Japón, Indonesia, India que hoy son mercados abiertos. Nuestros precios son muy competitivos en la zona asiática. Fue un logro muy importante el acuerdo económico del Mercosur con la Unión Europea”.
En cuanto al comercio exterior, sostuvo que “podemos producir mucho más porque en estos mercados nuestros productos ya están vendidos. No podemos generarle a nuestros exportadores mayores impuestos a la exportación como la que tiene hoy. Argentina es un país que está en paz con el mundo en términos generales y podría dedicar a producir y exportar totalmente”.
El futuro de la política argentina
“La pandemia ha fragilizado el esquema político. El presidente consideraba definitorio para iniciar el proceso de recuperación llegar a un acuerdo por la deuda. Aparece la pandemia que nos fragiliza la estructura productiva y una posible salida por el problema de la deuda”, consideró Guelar sobre la política en el país.
“El problema -desarrolló- es que Argentina tiene ciertas condiciones de no viabilidad muy graves”.
Al respecto, puntualizó que “el problema económico que ya traíamos, la pelea con los vecinos y una situación de casi default es muy complicada de manejar. Uno no ve a un Presidente y a un gabinete que se esté preparando a enfrentar un esquema de unión nacional fuerte que pueda enfrentar los sacrificios que debemos hacer para salir adelante. Tiene que haber una decisión muy fuerte de remediar errores que siempre se han cometido para poder enfrentar la gravedad del escenario que tenemos por delante. El gobierno llama a los opositores para sacarse una foto y simular una situación de unión nacional que no es real que no existe”.