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Publicado en El Ciudadano | Así, a modo de utopía, se podría imaginar un régimen para empresas en Mendoza donde no paguen Impuesto Inmobiliario. Tampoco Ingresos Brutos y Sellos. Ahorrarían dinero y mucho tiempo para invertir en producción competitiva. Utilizando la información como elemento fundamental para generar valor y riqueza por medio de su transformación a conocimiento.

Podrían provenir de los rubros como la educación, investigación y desarrollo, alta tecnología, informática, telecomunicaciones, robótica, nanotecnología e industria aeroespacial. Pero deberían estar apoyadas por el Estado si generan trabajo, generan divisas y ofrecen productos y servicios que mejoren la productividad de otros sectores como el de la vitivinicultura y el de la fruticultura local.

Básicamente ese espacio es el pequeño continente del amplio concepto de la Economía del Conocimiento. Que en Argentina es ley desde el 8 de octubre de 2020 tal como lo informó El Ciudadano.

Francisco Bravo, presidente del Polo TIC destacó el 16 de noviembre del mismo año que “es una economía diferente de la tradicional. En la tradicional el valor de las cosas está dado por la escasez. En la del conocimiento, cuanto mayor es ese conocimiento, más valor tiene”.

Ahora la mirada está puesta en los 6 parques tecnológicos en los que está concentrada Mendoza:

  • Mendoza TIC (Godoy Cruz), el 1er parque tecnológico de la provincia, que apunta al desarrollo de Software y Comunicaciones, hoy en etapa de expansión.
  • Distrito 33” (Capital), que ya está funcionando y tiene como eje la innovación, el desarrollo de software y audiovisual.
  • Parque Tecnológico del Este, que fue inaugurado días atrás, tiene como eje el desarrollo frutihorticultura, la vitivinicultura y logística.
  • Parque Tecnológico Luján de Cuyo que está en desarrollo, apuesta a la industria del Software, la logística, el e-commerce y la vinculación con Zona Franca.
  • Parque Tecnológico Sur, que  también se encuentra en desarrollo, apuesta al  Software, la Biotecnología  y alimentos, a la tecnología aplicada a la energía/petróleo y al eje aeroespacial.
  • Nodo Tecnológico Valle de Uco, que aún está en etapa de definición, con ejes en Agritech, Biotecnología y alimentos.

“Los productores se podrían enfocar en generar mayor productividad a menores costos. La tecnología aplicada en el campo así lo demuestra. En Tunuyán hay una escuela de robótica donde los chicos están creando un prototipo que recorra las viñas aplicando la dosis justa de agroquímico y sólo donde hace falta”, expresó Guillermo Mosso (PD), diputado provincial.

Para quienes comulgan con esta forma de transformar la economía, el conocimiento es mucho más que mera información. La información son datos procesados con una utilidad general, mientras que el conocimiento significa formas, métodos y maneras de abordar y resolver problemas.

Para Mosso hasta  se podría resolver el problema encontrar quién en la familia se quedará al frente de esos viñedos que actualmente corren el riesgo de ser perdidos por falta de interés.

“Los chicos no se proyectan en ese modelo productivo. Hay que interesarlos con carreras relacionadas con la tecnología y el mismo conocimiento. Así dejarían de pensar en irse de la finca para soñar vivir como DJ o YouTuber”, graficó.

Basado en que las economías desarrolladas y muchas de las denominadas economías emergentes asignan un lugar central al proceso de innovación y a las políticas destinadas a promoverlo el legislador propuso un escenario: “Donde en un parque tecnológico como el de San Martín se generen relaciones con las universidades y sus investigadores, por ejemplo, para mejorar el uso del agua”.

Mediante un proyecto de ley planteó la creación de un “Régimen de Promoción de Parques Científicos, Tecnológicos y/o de Innovación de la Provincia de Mendoza”, buscando complementar el ya vigente Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento (EdC), impulsado por el Ejecutivo y aprobado meses atrás.

“Las actividades que conforman esta área se han convertido en una realidad palpable, que hoy han creado miles de puestos de trabajo, generan divisas y ofrecen productos y servicios para la Argentina y el mundo, permitiendo mejorar la productividad de otros sectores económicos”, fundamentó el legislador.

En ese sentido solicitó una serie beneficios fiscales para aquellas empresas que se instalen en dichos parques y que no reúnan los requisitos para ingresar al Régimen de Promoción  EdC establecido en la ley N° 9266.

Para acogerse a dicho régimen, las empresas deben desarrollar actividades promovidas , exportar, capacitar a su personal y certificar calidad.

Con el nuevo régimen asegura incentivar la radicación de empresas en dichos recintos, brindando un esquema promocional consistente en la exención del pago de los Impuestos Inmobiliario, Ingresos Brutos y Sellos, por el lapso de 5 (cinco) años, en las condiciones que la reglamentación lo establezca. En el caso de que alguna empresa que se instale en algún parque científico, ya esté acogida en Régimen EdC -con el beneficio de la estabilidad fiscal en Ingresos Brutos y Sellos además de otros nacionales-,  solo accederá a la exención en el impuesto Inmobiliario.

Actualmente en la provincia se está desarrollando una red de parques tecnológicos con inserción territorial en los distintos oasis que la conforman.

“Existen varios proyectos con la intención de que cada oasis cuente con parques estrechamente relacionados con su vocación territorial productiva, de modo tal de vincular las actividades económicas de la zona con el conocimiento y tecnologías aplicadas”, valoró.

Como iniciativa el Ministerio de Economía y Energía, a través de la Dirección de Ganadería y el Cluster Caprino Mendoza, ya avanzó en la conformación de nuevos espacios de capacitación orientados no solo a profesionales y futuros profesionales veterinarios sino, además, a productores y estudiantes de escuelas agrotécnicas de la provincia.

El reinado de los activos intangibles llegó para quedarse. Apple constituye hoy en día la empresa más valiosa del mundo tanto por su cultura empresarial y su talento, como por la probabilidad que le asigna el mercado de desarrollar en un futuro cercano, nuevos productos y servicios exitosos.

Los activos intangibles cobran más fuerza en la era digital. Las compañías dominantes de turismo no tienen autos ni hoteles, las de comercio por internet no tienen stocks. ¿Por qué? los activos inmateriales facilitan una dinámica y flexibilidad superior; los edificios y maquinaria funcionan, en sectores de alta innovación, como una carga a la hora de realizar cambios profundos.

Link: La nota en El Ciudadano