En medio de la cuarentena obligatoria vigente en todo el país, hay sucesos que lamentablemente no pueden evitarse, como el fallecimiento de un ser querido. Por la actual emergencia sanitaria y las medidas de aislamiento social ante la pandemia de coronavirus, quedaron prohibidas las reuniones en las salas velatorias, lo que implica muchos trastornos para los que desean despedirse por última vez de un allegado recién fallecido.
El Aislamiento social, preventivo y obligatorio que rige en la Argentina desde el pasado viernes 20 de marzo y durará, en principio, hasta el próximo martes 31, establece entre sus excepciones que las actividades vinculadas a los servicios funerarios, incluyendo entierros y cremaciones, podrán funcionar normalmente, salvo aquellas que impliquen algún tipo de aglomeración de gente. Es decir, que los crematorios y cocherías están habilitados para realizar el traslado, tratamiento y entierro (o cremación) de un cadáver, pero no pueden ofrecer un velatorio en sala ni cortejo que implique muchas personas.